(Haz click aquí para ir a otra entrada sobre Amapola Prada en este blog)
viernes, 31 de julio de 2009
En cada casa hay un desatorador
miércoles, 22 de julio de 2009
Lo oculto a la mirada
martes, 21 de julio de 2009
¿El cuerpo es el limite?
La Danza de la Crueldad
"Está el Teatro de la crueldad de Antonin Artaud, pero existe también, en Madrid, una coreógrafa que experimenta La danza de la crueldad. Olga Mesa, corazón y cuerpo al desnudo, baila con cuidado de no dejar que el movimiento llegue a ser, sin haber pasado antes por su carne y sus nervios. Es desnudez visible lo que invade el espacio, pero una desnudez que no necesita des-vestrise, una desnudez que atraviesa ropajes y velos, pues más que un pedazo de cuerpo abandonado, busca revelar un trozo de alma / De una forma original, Olga Mesa nos recuerda que los sentimientos son cosas abstractas que atraviesan el cuerpo de par en par y vierten en él temblores casi eléctricos. Hasta tal punto, que lo suyo es una danza privada de elementos narrativos que permite hacer brotar de lo más honde de la carne, e origen mismo de las heridas y violencias que el cuerpo recuerda, como sometido a electrochocs... Y así el espacio se transforma en un vasto campo de agitadas vivencias. / El espacio está magnetizado por electronoes y por campos de fuerzas que lanzan y proyectan el cuerpo de la bailarina al tumulto, haciendo aflorar en el rostro y en los músculos la memoria física del sentimiento. Sorprendentemente, es pureza lo que se desprende de tanta desnudez, de tanto abandono, de una intimidad expuesta a la mirada. Una danza digna y desesperada, la belleza de ser un cuerpo de sufrimiento y de impulsos simpre recomenzados, siempre reconquistados a los sentimentos más desconcertantes. Un cuerpo atrapado en el mecerse de un metrónomo, el sonido grave de un violeoncelo y el sin pudor de lo trágico". (Journal de l'ADC, n15, Ginebra)
La danza del tiempo
Pensando con el cuerpo
"El cruce de la danza y el teatro con el performance ha posibilitado un tipo de discursos escénicos situados en una zona transdisciplinar, donde los intérpretes han dejado de ser meros ejecutores para convertirse en personas que piensan con su cuerpo. Fascinados por la posibilidad de trabajar ya no con instrumentos de reproducción y ejecución, sino con instrumentos que amplían su propio pensamiento más allá de la individualidad, los creadores escénicos se han lanzado apasionadamente a un trabajo que transciende las fronteras de los géneros y rehúye la identificación de lo escénico con el mero divertimento.
Quienes asistieron en 1968 a la primera versión de Trío A. La mente es un músculo, de Yvonne Rainer, no pudieron dejar de advertir que a partir de entonces la danza habría de convertirse también en un modo de pensamiento. La indiferenciación de intérprete y coreógrafo en la danza de los sesenta alteró la concepción del bailarín como mero cuerpo ejecutor para aproximarla a la de cuerpo creador. No es de extrañar que fuera la generación de Yvonne Rainer la que, siguiendo el magisterio de John Cage y Ann Halprim iniciara ese fascinante mestizaje de danza y 'happening', en primer lugar, y danza y performance o danza y teatro algo más tarde."
cuerpo) pudo penetrar en zonas de la experiencia no exploradas por el viejo Brecht.
En esos mismos años la-os jóvenes Yvonne Rainer, Simone Forti, Steve Paxton, Simone Forti, Trisha Brown y Carolee Schneeman entre otra-os, se lanzaban a la aventura de la danza postmoderna. Como Brecht, confiaban en la posibilidad de introducir el pensamiento en la acción escénica, pero, como Müller, Beck y Malina, sabían que ese pensamiento no podía ser idéntico al del hombre o la mujer sentado-as ante a una máquina de escribir o en pie frente a un cuadro. El cuerpo no puede imitar los procedimientos reflexivos de la mente, debe encontrar su propio mecanismo desde el cual llegar a contemplar la mente no como el albergue del espíritu sino como un músculo entre otros músculos."
Para leer el artículo completo haz clic aquí.
Ana Mendieta
lunes, 20 de julio de 2009
Bio-mecánica
El laboratorio del cuerpo
Identidad & Trans(formaciones)
Espejismos detenidos
Amapola Prada
Escribí este texto sobre el trabajo de Amapola Prada para el Archivo Virtual de Artes Escénicas el 2008, a propósito de unos encuentros que tuvimos con el fin de crear una obra conjunta que partiera de nuestras proposiciones de trabajo, nuestras reglas de juego .
Hay un cuerpo que exige / se exige,
resultado de una opresión externa, del ambiente,
también de ella misma (una "bronca personal")
pero provocado por cómo se relaciona con los modelos, los otros.
El cuerpo es el centro del conflicto,
es allí donde se desarrolla la batalla (el cuerpo como campo de batalla).
El cuerpo está siempre agredido, limitado (golpeado, amarrado, penetrado) pero ¿es realmente una agresión?
o es una respuesta bajo las mismas condiciones, las reglas de juego,
el juego de ser real, no actuando ni presentando,
ser real en esfuerzo y experiencia,
creando una reacción real a una acción real.
No es sólo una lucha, hay una transformación, el enfermo antes y después de la cirugía. La transformación se realiza frente al espectador, es concreta, palpable, visible.
No son tiempos para actuar.
¿De dónde proviene esta necesidad de ser real, dentro y fuera de la escena? ¿De lo que vemos? ¿De lo que vivimos?
¿Por qué es el cuerpo el privilegiado de conducir esta necesidad?
Tal vez porque nos devuelve al campo de lo directamente experimentado, al campo abierto de nuestra memoria.
El cuerpo como anclaje a la realidad, a la enfermedad, a la vejez, a la muerte.
Para ver la obra de la artista, consultar su blog a http://amapolaprada.blogspot.com/